Somos un matrimonio que durante muchos años soñó con tener un proyecto en común. Siempre tuvimos las ganas, pero recién ahora, con nuestros hijos de 10 y 6 años, encontramos el momento justo para animarnos. Nos apasionan los muebles lindos, bien hechos, con madera de verdad, de esos que duran y tienen alma. Así nació Otter: una marca que refleja nuestro deseo de trabajar juntos, de poner nuestras manos y nuestra energía en algo que amamos, y de compartir con otras familias piezas pensadas para acompañar la vida cotidiana con calidez y calidad.